miércoles, 18 de junio de 2014

Un pacto sobre política museística. #MuseosPRO


Tras haber debatido en #MuseosPro sobre los perfiles profesionales y sobre su formación, llegamos al necesario punto de analizar las oportunidades laborales que en la actualidad encuentran quienes aspiran a trabajar en un museo.

A priori da la sensación de que son muy escasas, pero por el contrario hay miles de museos en España y muchos de ellos se han abierto en los últimos tiempos (para muestra, en torno al 28% de los museos se han creado desde el año 2000, según la Estadística de Museos y Colecciones Museográficas2012; aunque es un recuento que hay que tomar con cautela).

Entonces ¿cómo están accediendo los profesionales a los puestos de trabajo que se están generando? ¿Y lo están haciendo a los puestos para los que están cualificados? Es más ¿el intrusismo, que lo hay, es una constante o es una cuestión accidental? Y por otra parte ¿se da la difusión suficiente a las ofertas de trabajo en museos públicos?

La apreciación desde fuera se resume en la frase de “quien tiene padrino se bautiza” y en que es prácticamente imposible encontrar trabajo en un museo, al menos de técnico. También se habla de que las convocatorias de empleo en los museos públicos son mínimas, en ocasiones están bajo la sospecha de amaño y hace tiempo que no se realizan; de que, basándose en el criterio de la mejor oferta, la asistencia se suele conceder a una empresa de servicios que precariza el empleo; y de que la visita se deje en manos de personas sin cualificación. Todo ello acaba convirtiendo la asistencia al museo en una mera cuestión de procesado de usuarios. Y el caso de los museos privados no es muy diferente, salvo por la cuestión de que el titular del museo tiene libre capacidad de contratar y de establecer criterios de acceso profesional.

Luego está la cuestión de la rigidez que se atribuye a los empleados públicos en los museos, cargados de años, falta de iniciativa  y obsolescencia. Reconociendo que en parte es cierto, realmente no son tantos los facultativos que hay en comparación con el número de museos que existen, y a menudo son la única barrera que hay ante la arbitrariedad de los políticos que van y vienen. Además, por lo general están dedicados a cumplir una labor de custodia patrimonial de las colecciones que hipoteca la realización de actividades más abiertas al público. La conclusión es clara: si levantas la manta para tapar la cabeza dejas los pies al descubierto.

Y por otra parte encontramos a una amplia y diversa generación de profesionales, muy cualificados, que solamente pueden optar a contrataciones temporales, formativas o de inferior categoría, cuando no se les empuja a darse de alta como autónomos. Todo ello en una suerte de gran farsa laboral que muchas veces termina en la nefastamente denominada “movilidad exterior” o en el abandono de la vocación. El emperador está, efectivamente, desnudo.

 “El Tríptico de la Última Cena”, del Museo de Segovia. Estudios técnicos.
Foto procedente del Portal de Museos de Castilla y León.

 
El debate sobre esta estructura laboral, nada diferente a la de otros sectores, nos revela que no sólo no están definidos los perfiles profesionales ni está trazada de manera homogénea la formación, sino que tampoco hay una política museística clara que apueste por definir las plantillas de los museos, exija su concreción y observancia la a través de la generalización de planes museológicos y códigos de buenas prácticas, y fomente el uso de medios de colaboración y redistribución de recursos a través del trabajo en red.

La iniciativa de un pacto concluyente y audaz sobre política museística que delimite hacia dónde queremos llevar a nuestros museos, debe ser encabezada por las Administraciones Públicas siguiendo criterios de transparencia y contando con la participación de los ciudadanos y con la colaboración de los profesionales, ya sea a nivel individual u organizados en colegios o asociaciones.


"Colaboración originalmente redactada para la iniciativa #MuseosPro". En este enlace puedes verla, y en este otro se explica qué es #MuseosPro.

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